Según el informe de eCommerce España 2021, en tan solo 10 años, el comercio electrónico ha pasado de representar el 0,7% al 7,4% de todas las ventas realizadas en España. Gran parte de este crecimiento, se produjo durante los meses de pandemia en el año 2020 cuando estábamos en pleno confinamiento. A partir de ese momento, el comercio electrónico empezó a reinventarse e incorporarse en nuevas plataformas como son las redes sociales.
Está claro que es un sector que continuará creciendo a lo largo de los años, por lo que es aconsejable irse adaptando a todos aquellos avances digitales y tecnológicos que faciliten la gestión de un eCommerce, la experiencia del usuario y el proceso de compra. La solución para muchos, es implementar el Headless eCommerce en sus negocios con el objetivo de llevar a cabo estos tres aspectos tan importantes a día de hoy.
Dos conceptos imprescindibles a día de hoy:
La aparición de nuevos canales y plataformas. Está claro que se puede trabajar de forma independiente, utilizando una estrategia para cada canal, pero ¿y si unificamos todos los canales de venta y conseguimos crear la mejor experiencia para el usuario? A esto le llamamos Omnicanalidad.
El Headless eCommerce, la nueva forma de entender el comercio electrónico para darle un enfoque más flexible y personalizado a tu tienda online, con menos limitaciones y más adaptabilidad.
Para entender mejor cómo y por qué relacionamos ambos conceptos, a continuación, detallaremos en qué se basan cada uno de ellos.
Una estrategia omnicanal se basa en conectar y unificar toda la experiencia de compra del usuario independientemente del canal que se utilice para la interacción o la acción. Se focaliza básicamente en el cliente; facilitarle el acceso a la información y la compra de productos interconectando los distintos canales con los que interactúa el público objetivo de una empresa. Se trata de romper con cualquier barrera que exista entre la comunicación de un cliente y la marca.
Integrar los canales más utilizados por el target de tu negocio, te permitirá acceder a ellos más fácilmente y así poder mejorar la calidad del servicio que ofreces, y la experiencia de compra del cliente.
Por ejemplo, la marca envía un correo electrónico de una oferta al usuario, éste accede a él y directamente le lleva a la página web de la marca. Desde ahí, compra un producto o hace alguna consulta, y posteriormente puede recoger la compra en la tienda física. Además, el seguimiento del pedido puede realizarse a través del correo electrónico que conecta con la página web e incluso con las redes sociales por si se quiere resolver cualquier duda o ampliar la información.
El hecho de que todos los canales estén interconectados entre sí, hace que el usuario se sienta más cómodo al realizar una compra pudiendo acceder a ella desde prácticamente cualquier canal. Los hábitos de compra del consumidor son cambiantes y éstos cada vez son más exigentes, por lo que adaptarse a sus necesidades siempre será un punto positivo. Al final, también es una estrategia que ayudará a fidelizar tus clientes reales y potenciales, y crear relaciones duraderas en el tiempo.
A diferencia del comercio tradicional que cuenta con una arquitectura monolítica donde el Front-end y el Back-end trabajan conjuntamente, el Headless eCommerce se basa en desacoplar el Front-end (parte visual de la página web que interacciona con el usuario) del Back-end (parte del desarrollo web no visible para el usuario) para que trabajen de forma independiente consiguiendo así una mayor flexibilidad y capacidad de personalización mediante cualquier canal y dispositivo.
Ambas partes se unen mediante la instalación de una API (Programa de Interfaz de Aplicaciones) que permite el intercambio de datos, información y contenido entre el Front-end y el Back-end.
Por lo tanto, el tiempo que se dedica a gestionar un eCommerce se reduce enormemente gracias a esta independencia entre ambas partes que permite adaptarse a las demandas del mercado más fácilmente y, por lo tanto, ser más competitivo.
Al separar el Front-end del Back-end, existe la oportunidad de poder conectar múltiples Front-ends al mismo Back-end, por lo que hay muy pocas limitaciones en el diseño y el aspecto visual de cualquiera de los dispositivos o canales con los que cuenta un eCommerce: página web, APP, Redes Sociales, etc.
Con esta arquitectura, la experiencia y las sensaciones del usuario hacia la marca son mucho mejoran exponencialmente.
Una estrategia omnicanal debe ser flexible, integradora, ágil, eficiente, personalizada y fluida en todos los puntos de contacto existentes entre un eCommerce y los usuarios. Utilizar el Headless eCommerce te aportará todos estos beneficios en tu estrategia ya que:
Con un eCommerce tradicional, el diseño es mucho más rígido y menos flexible ya que el Front-end y el Back-end suelen trabajar juntos. Por lo tanto, si lo que deseas es llevar a cabo una estrategia omnicanal, recomendamos hacerlo en base a una arquitectura Headless, ya que realmente se ajusta muchísimo más a las necesidades que ésta requiere.
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